Especies Invasoras: Caña común

CAÑA COMÚN (Arundo donax)


La caña común, antiguamente conocida como "caña de casco" o "caña de roca", Arundo donax, es hoy considerada en Canarias una especie invasor. Las primeras citas referidas con toda seguridad a esta planta se remontan a los inicios del s. XVII, cuando se nombran como producto ya abundante de nuestros barrancos, por lo que su introducción debió coincidir con la llegada de los colonos europeos a Canarias, aunque no debe descartarse su uso por los aborígenes canarios.

Área de introducción natural: Este de Asia

Área de introducción en mundial: Sudamérica (Venezuela), Norte América (Estados Unidos, México), Norte de África, Europa (Albania, Turquía, Grecia, Italia, España), Japón, Islas del Pacífico, Australia, Nueva Zelanda.

Área de introducción en Canarias: naturalizada en El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote.

HÁBITAT:
En su área de introducción en Canarias: cauces de barrancos en zonas bajas y medianías, palmerales, terrenos de cultivos y zonas verdes de origen antrópico, manantiales, rezumaderos y otros enclaves húmedos, zonas urbanizadas.

Requerimientos ambientales: zonas con insolación adecuada (no tolera la sombra densa). Requiere suelos bien drenados muy húmedos. Ocupa suelos áridos, neutros y básicos, e incluso muy alcalinos.


Causas de introducción: introducida por su gran utilidad para la agricultura, ganadería y fabricación de utensilios tradicionales (cama de ganado, techumbres, cercados, varas, cañas de pesca, útil agrícola, etc.) En las últimas décadas las cañas ya no se emplean y han dejado de ser cortadas en los barrancos, de ahí su enorme proliferación en casi todos los cauces medios y bajos de los barrancos canarios.

IMPACTO:

Produce alteraciones en el medio (régimen hidráulico y dinámica de incendios, contenido de nutrientes  minerales, disponibilidad de luz, cambios de salinidad o de pH, etc.), alteraciones en la estructura y abundancia relativa de especies nativas o endémicas, y los patrones de sucesión natural de la vegetación nativa. Produce una fuerte competencia, reducción y alteración por el espacio y los recursos, con las especies endémicas o nativas. Impide o dificulta el reclutamiento o la regeneración de especies autóctonas y que forman masas de vegetación muy cerradas.